A donde vaya a parar la noche.
Adonde quiera que vaya a morirse este cielo.
Cuando todo se vuelva una cosa y nada, se vuelva esto.
A donde quiera que yo vaya encendida en mil palabras,
sin nombrarte, sin decirte, sin recitarte a solas.
A donde quiera que me caiga rompiéndome como caracola,
como hoja seca, como alas de mariposas.
A donde quiera que se despierten o griten de cólera.
A donde quiera que estés vos,
creyendo que no te alcanzan,
irán a morir contigo, mis palabras.