sábado, 7 de junio de 2014
Perfume
Llueve… y llueven esas gotitas que se aferran a los vidrios y resbalan despacito.
Hoy innecesariamente olía todo con tu perfume. Digo innecesariamente porque nada hace llover más que recordarte.
Y me dejo llevar por mis pensamientos que resultan ser perseverantes y precisos.
Hoy todo huele a como olía tu perfume.
La lluvia que se resuelve a quedarse con ese ímpetu con el que vos me decías las cosas, con ese ímpetu con el que yo creía que nos amábamos.
A casi una década de ya no quererte como pensaba, hoy resulta que la lluvia trajo tu perfume.
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