Tantos años…
donde el árbol de mi puerta
dio frutos a las frases más escandalosas,
donde el crepúsculo
tocó tu sombra,
donde los viejos de mi casa murieron
y yo sólo atiné, a llorarlos sin memoria.
Tantos años
de tu esquina y mi recuerdo intacto
de mi adolescencia que nunca supo nada,
de mis apuntes bajo el brazo.
Tantos años
para tener ahora
una
madurez
que
se
tropieza.