miércoles, 15 de octubre de 2014

madurez

Tantos años… donde el árbol de mi puerta dio frutos a las frases más escandalosas, donde el crepúsculo tocó tu sombra, donde los viejos de mi casa murieron y yo sólo atiné, a llorarlos sin memoria. Tantos años de tu esquina y mi recuerdo intacto de mi adolescencia que nunca supo nada, de mis apuntes bajo el brazo. Tantos años para tener ahora una madurez que se tropieza.