Amando se me va la vida que lo sigue.
Amando se fue esa tarde entre jazmines y a un solo paso de la retirada se frena me dice, yo quiero que seas feliz; y se va… por la vida como si nada, se va y sigo con la vista su irse despacio como si nada, le doy un abrazo tambien como si nada… pero se lleva todo.
La tarde tiene el ruido de pájaros, árboles y grillos avecinando el verano, el olor a tierra por llover y silencio, ese silencio que nadie conoce que viene gritando de mis manos…
Camino en dirección apuesta a lo que me dicen los oráculos, camino en dirección errónea según me lo dicta mi sangre y el pecho. Camino sin rumbo para irme lejos del dolor.
Camino con su beso en la mejilla, como una florcita que crecía sin saber que sus manos la arrancarìan de su planta, su raiz, de su casa y de su amor.
Amando se fue esa tarde entre jazmines y a un solo paso de la retirada se frena me dice, yo quiero que seas feliz; y se va… por la vida como si nada, se va y sigo con la vista su irse despacio como si nada, le doy un abrazo tambien como si nada… pero se lleva todo.
La tarde tiene el ruido de pájaros, árboles y grillos avecinando el verano, el olor a tierra por llover y silencio, ese silencio que nadie conoce que viene gritando de mis manos…
Camino en dirección apuesta a lo que me dicen los oráculos, camino en dirección errónea según me lo dicta mi sangre y el pecho. Camino sin rumbo para irme lejos del dolor.
Camino con su beso en la mejilla, como una florcita que crecía sin saber que sus manos la arrancarìan de su planta, su raiz, de su casa y de su amor.
Así de sola y entre sus manos me siento y voy; así de muerta en vida todavía viajo por la ruta después de tantos años… en sentido opuesto al suyo y a mi corazón...
“Soy viajero y mi destino
es la luz del horizonte 
los fantasmas del camino
son el eco de mi nombre. 
Tuve un niño y una madre 
tuve un patio y una estrella 
tuve un beso de ternura 
una sombra y una huella. 
El crepúsculo me llama 
con su fuerza y su misterio 
sólo llevaré en mis ojos 
la señal de tu silencio. 
No quiero volver llorando 
a las puertas de aquel pueblo 
donde aguardan tras los muros 
la muerte con los recuerdos. 
Soy viajero enamorado 
de este cielo inalcanzable 
aunque a veces del cielo 
una lágrima resbale. 
Dónde va quedando todo 
dónde el corazón naufraga 
qué será del beso eterno 
dónde quedará mi casa.”
( Peteco Carabajal)
( Peteco Carabajal)