jueves, 27 de noviembre de 2008

Cruzar la calle no significa....moverse ni un metro.

Persiste
pero dicen que todo
florece en primavera...
Sonidos de una voz vacía
me encierran en mi espera.

Cruzar la calle no significa cambiar de vereda.

Ese dolor que habita en mi cuerpo...
por momentos me hace creer que
seré yo sin mí, toda la vida.
Tengo un cansancio puro que me oscurece,
sumado al paso del tiempo en el calendario.
Mientras rumores de una tarde susurran,
aromas del amor por abecedario.

Y duerme conmigo...

El silencio y las voces de nostalgias...
¿Que no traspasa la frontera de mis labios...?
Perdida voy...
Contando estrellas, y fugaces,
suspirando por el detalle.
Mientras en el día las horas suceden
y yo regreso cansada
a pedirle permiso al sueño,
descanso para pensar en nada, me dejo llevar...

te dejo.

Más allá de la dulzura con que evoco
cada uno de los recuerdos,
pienso en una cosa que digo en voz alta por si quedan dudas….
Soy a imagen y semejanza de un pasado muerto.
Miento…. Tanto que no se si lo que escribo,
lo digo yo o lo dice lo que anhelo..

Cruzar la calle no significa ...ni siquiera moverse un metro.

En definitivita
no puedo sacarme los zapatos,
ir a la oficina, rezarle a dios, comprar en el supermercado,
discutir, hablar con amigos,
llorar desconsoladamente,
reírme y soñar con angelitos, todo...

con el mismo cuerpo.

.

4 comentarios:

Walterio dijo...

En invierno cruzamos la calle buscando el sol de la vereda opuesta, en verano es al contrario. Siempre se intenta lo mejor.

María Gabriela Costigliolo dijo...

Walterio: el tema es ese cruzar la calle sin cambiar de vereda... besos

Walterio dijo...

Bueno... se podría intentar de noche y por un puente!

María Gabriela Costigliolo dijo...

Walterio: si podria intentarse de esa manera... quien te dice..
Un beso