martes, 23 de junio de 2009

No se si lista, pero entera....

Eché tanta tierra a la raíz, plante tanto yo por los caminos, viaje tanto por senderos de piedras y laberintos ...Y al fin; la ruta que me llevaba directo al cielo tremendamente azul, no era tu cuerpo, ni nosotros... no se trata de sentirse unidos.
Tenía que dejar huellas claro... a quien vamos a mentirle, dejaba marcas, pisadas, golpes contra los almanaques, fechas postergadas... tenía que dejar pasiones que no encontré jamás cuando otros me besaban...
Tenía que esconderme en los refugios, los pozos, los desvanes, el los salones colmados de ojos que no supieron mirarme.... tenía que estar parada en el preciso y justo instante de no poseerme y pero más triste aún, no poseer nada...
Estaba perdida en libros y personajes que son míos y que ignoro, estaba hecha de poses y reclamos de algún mal amor que no tuvo decoro... Estaba mal herida de sueños y pocas agallas para salvarme, tenía que extrañarte a veces para que supieras que estaba viva.
Tenía teclas que decían tu nombre en algunas madrugadas y canciones de amor que no me decían nada nada nada...
Tenía un consuelo de conforme... conforme e ignorante....Ignorando que tu pelo, tu piel, tu cuerpo serían capaces de ser la tierra para bajar la guardia.
Tenía un conjunto de relatos que buscaban un amor, tenía poemas y notas al pie de paginas en un anotador.
Tenía que echar raíces en distintos rostros, malgastarme en lagrimas... tenía que confesarme enamorada en público para explicar las circunstancias que me tocaban.
Tenía que irme cruzando puertas que deje mal cerradas... y te ignoraba... ignoraba de que estabas hecho, de que desconsuelo te escapabas en mi almohada, ignoraba todo lo que ahora es un circulo vicioso y perfecto.
Tenía que viajar kilómetros tierra adentro, al centro de las cosas que tenemos los seres humanos con asuntos no resueltos....
Tenía una guarida, un refugio para fumar y reírme de la vida... tenía un sin fin de oídos cómplices que amortiguaban la agonía. Tenía que acecharte en la melancolía...tenía que aprovechar mis estados polares para inventar profecías...
Tenía que echar raíces, consolidarme, olvidar los olvidos olvidados, los todo terreno enojos desconsolados de todo viejo amor enamorado.
Tenía que echar raíces y caer en la tierra donde sembré la esperanza que ahora te escribe.
Gracias a las luchas que me hicieron fuerte y débil ...a la dualidad de mi coraje.. a lo tremendamente humano de las manos amigas que lloraron conmigo en escandaloso silencio...
La vida se celebra. Yo elijo celebrarla desatando nudos, aferrándome a la tierra que piso que está en sabia espera. Soñando con ser mas mujer de lo que con vos, aprendí que era... quitándome las vendas de los ojos y ese disfraz de la tristeza.
Celebro la vida, amore, la celebro... no se si lista del todo pero seguro, entera.

6 comentarios:

Ivanna dijo...

Buenisimo. Yo quiero celebrar la vida tambien, a todo trapo :)
Besote grande querida!!

María Gabriela Costigliolo dijo...

Ivanna: y hacelo!!! si no cuando? Un besooooooo

Alicia La-Monógama-en-Serie dijo...

Hermoso lo que escribes. Da mucha esperanza para seguir adelante, celebrar la vida y... en fin, que se yo, vivirla.
Saludos! Buen blog!

María Gabriela Costigliolo dijo...

Alicia: muchas gracias!!! bienvenida y espero verte de nuevo!! Un beso grande para vos.

Javier Pallero dijo...

Nadie está listo. Es un gran logro estar entero.

Porque el listo, es quien está entero al ser sorprendido.

me gustó gaby, un abrazo!

María Gabriela Costigliolo dijo...

KArma!!!! estoy respirando hondo en este preciso momento, por que si hay algo de lo que estoy segura es que si voy a celebrar la ivda como quiero, es mejor hacer que ciertas cosas resvalen hasta que pueda no verlas ya.. y es verdad la sorpresa viene del desprevenido, pero entero. Un besooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!