miércoles, 7 de marzo de 2012

Saber

No sé como hace uno para saber pero de pronto sabe que gusto tendrán las mandarinas, que grillo tocará la puerta, que gato maullará en la tapia, que gota regará la espera…

Y es que sin saber uno siempre sabe que al final está la melodía de los dioses, el canto de las sirenas, el atardecer en los álamos, el trinar de la primavera…

Por que suponiendo uno siempre, al final, supo…que el café siempre será con leche, que al pan será tostado, que el dulce se comerá en cuchara, que a nuestro amor lo esperaban este hijo, este patio, esta casa.

2 comentarios:

no es lo que parece dijo...

Esos saberes como anclas que traen alivio..qué grato es tenerlos cerca cuando la vida se pone sinuosa, no?

Besos

María Gabriela Costigliolo dijo...

si, claro que son saberes optimistas. Un abrazo