Amo a mi hijo
en él he depositado
mis alegrías y mis anhelos
pero sé que un día volará
muy alto, lejos de la tierra
donde estoy parada ahora,
viendolo crecer.
Y ese día, en ese momento,
tendre que confiar
en mis esperanzas,
en sus sueños,
y mucho más en Dios.
2 comentarios:
Uff..largué un suspiro impaciente e interminable. Hermoso, qué más te puedo decir..
Un abrazo
uhh muchas gracias!!! es algo que no puedo contralar... un hijo trae esas cosas y miles mas.. un abrazo para vos
Publicar un comentario