jueves, 14 de junio de 2012

El revés de la moneda

De ese viaje me lleve a Filio y a Silvio en el bolsillo, al obelisco, a las calles empedradas, a los faroles, a la madrugadas, a los subtes, a los mapas, a los cafés en el Tortoni, a las noches de desvelo a Dolina, a la panamericana, a San Telmo y sus rincones,  a los colectivos atestados, a las plazas, los hombres de traje, los carteles, los Hoteles de lujo en los muelles modernizados…

Me lleve cariños para siempre, abrazos que vuelan por el tiempo, palabras compañeras y compartidas, historias de diván y de melancolía, amigos entrañables y milagrosos, momentos esperados, miradas y sonrisas y un corazón de repuesto.
Me lleve el revés de la moneda, la otra mitad que mi alma que no entraba en este cuerpo, la nostalgia de la pava y el mate con el “si te entiendo”, una amiga eternamente,  un nos vemos, un todos los días, un hasta siempre, un te quiero.


A mi amiga Andrea " La negra" Anido.

4 comentarios:

Lucía dijo...

Ese lado de la moneda es encantador y nostálgico. Es un sol rotando según su dueño.
Me gusta mucho como escribís.

Besos.

María Gabriela Costigliolo dijo...

Lucia: muchas gracias, me gusta cuando me dicen cosas lindas me hace poner más la pilas y seguir!! Un abrazos grande!

Vicent Maganer Ripoll dijo...

De un viaje hay que llevarse solo una cosa, sea donde sea, cuando sea, donde sea:
-Las ganas de volver.

Si se llevan a casa, es porque la experiencia ha sido insustituible.

María Gabriela Costigliolo dijo...

Vicent: eso siempre!!! donde hay una amigo esperando hay una vivita pendiente y unas ganas de vovler constantes!! Abrazo