jueves, 11 de febrero de 2010

Lluvia...

Si supiera que lo quiero desde que lo vi desde esta orilla, que la distancia y lo imposible, son sólo palabras que se escapan de mi boca.

No me deje esta noche de lluvia sola… no tengo paraguas, ni brújula, ni memoria.

Quédese a prender la hoguera, pintemos carteles en nuestras espaldas que digan que nadie más espera.

Séame fiel por esta noche, apaguemos los teléfonos y las caras de sorpresa.

No me mire como si le dijera cosas sin sentido. Quédese a desvestirme o a vestirme de suspiros...

Seamos menos cautelosos en los amores, atrévase a no pedirme más permisos...

La noche llovizna... Afuera hay un poco de viento… quizás usted no lo crea pero tengo, empezando por los pies, todo muriéndose de frio… béseme ahora…se lo suplico…

Si supiera que lo quiero desde que lo vi desde mi orilla, que siempre le pediría que se quede conmigo…pero como mi boca dice otras palabras, que por cierto, se escapan… usted me dice que debe partir… quédese… no me deje sola... ni con esta noche de lluvia, se lo suplico.

2 comentarios:

María Eugenia dijo...

Arránqueme señora las ropas y las dudas. Desnúdeme, desnúdeme...

María Gabriela Costigliolo dijo...

María: Muchas gracias por pasar besos