martes, 30 de octubre de 2007

En bolas y arrepentidas....

Realmente creo que algo esta mal en la mente de las mujeres, y voy a empezar por un escueto resumen: mi amiga se separo por decisión propia y ahora se arrepiente o no sabe bien, pero llora desconsoladamente como si se hubiese arrepentido, pero no sabe bien, ella cree que fue lo mejor, pero no sabe bien por que… no sabe bien. ( ¡¡¿?!!).
No se como funciona pero hay un lapso, un segundo una milésima en la que nos sentimos Thelma y Louise y nos vamos por la banquina y a la mierda todo y Viva Perón carajo y que Dios se apiade de nosotras y del destino. Todo sin ver el precipicio venidero, por que después de la caída, del golpe y porrazo, nos levantamos, nos limpiamos las lagrimas, y ahí esta, resplandeciente nuestra compasión, nuestra desolación, nuestro arrepentimiento.
Después de tomar la decisión más certera en toda la relación, separarnos, nos da la angustia, la nostalgia…ahora yo me pregunto ¿por que?. Y el porque puede atribuirse a mi entender a varias cuestiones: por que no lo pensamos bien antes, por que somos tan impulsivas y nos nos callamos a tiempo, por que no valoramos lo que teníamos al lado (así a lo rustico y tehuelche como era), por que extrañamos la cucharita, por que estamos pisando los 30 y el reloj biológico hace tic tac… etc.
Y acá empieza el inigualable momento de lo patético el momento que nos sentimos en bolas totalmente: ¿ahora que voy a hacer sin él? , no creo que pueda volver a enamorarme, no voy a volver a enamorarme, no voy a tener hijos, siento que era el hombre de mi vida, és el hombre de mi vida, ¿hice bien?, jamás me van a hacer sentir lo que el me hacia sentir, ustedes no saben lo que es separarse, creo que me voy a morir, es el hombre mas bueno que conozco, ¿vamos a volver?, jajájajá , no quiero reírme por que a mi me paso, pero ¿que esperamos, realmente que es lo que esperamos? Lo sacaste cagando de tu casa, le dijiste que no entendía nada, que jamás tuvo la mas mínima intención de hacer crecer la pareja, que estabas harta de la rutina, que no soportabas sus convicciones acerca de no casarse, que nunca decía lo que le pasaba, que no bajaba la tabla del baño (y créanme que lo considero un muy buen punto, si por eso se le cortaran las bolas a los hombres, mi hermano seria eunuco.).
Y según una encuesta realizada por el indec (datos totalmente ciertos y “escalofriantes”) Se acabó la relación por que: el 60% de las mujeres se engancharon con otro tipo o no saben bien bien si están enganchadas pero…, el 20% estaba confundida pero no sabían bien, el 10% estaba realmente podrida harta reventada del idiota que tenían al lado, y el otro 10% son bien bien abandonadas rotundamente de un momento a otro.
Pero el grupo del sesenta por ciento es el que me gusta por que estas mujeres una ves desplazadas de la obnubilación nueva (a saberse terrible macho que era casado/recién separado/ o mujeriego o tremendamente pelotudo y no lo sabíamos para nada.) se creen, nuevamente y a profundidad, enamoradas de sus amorcitos, de su ositos, de su gordos, de sus pupis, de sus mumis, de su chuchis, etc.
Y las amigas, las adorables amigas tejen una complicadísima red de alianzas para hacernos desistir, y aconsejan diversión extrema, sexo ocasional, vacaciones insólitas, no pensar, no hacerte la cabeza mientras te hablan pestes de tu ex, te dicen que era un boludo a pedal, que hiciste bien por que con esa cara su máxima aspiración y logro fuiste vos y se le acabo la fiesta, que ni se imagina lo que perdió.
La verdad hay un lapso un pequeñísimo lapso en que damos una lastima absoluta y creemos que esa lastima va a traerlos, jamás volverán, lo dejaste, heriste su orgullo de macho, ellos no son dejados, dejan. O no volverán por que se engancharon con otra mina que tiene 22 años y es terrible camión al cual no le haces sombra con toda esa celulitis haciendo juego con los pelos de las piernas y los tegobis…
Vos mientras estas sumergida en la mayor de tus desolaciones, depílate… por que las mujeres creemos que los pelos tienen que formar parte de nuestra angustia y no es así…. Si conoces a alguien: vivan en casas separadas, no conozcas a los padres al mes, no te acuestes en la primera cita ( dependiendo de cuanto hace que te separaste), ni te embaraces a los seis meses de novios ( omitir mayores de 30, recuerden tic tac…), no le expliques tanto de tantas cosas, no vayas al súper en horas pico (momento mágico para las peleas de pareja y desgastamiento de las mismas ) y no busques el hombre perfecto para después patearlo de tu vida arrepentida por que no lo es. El verdadero amor, viene solo, no se va cuando lo echan ni viene cuando lloramos arrepentidas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
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María Gabriela Costigliolo dijo...
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